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La mayor parte del tejido empresarial español lo configuran las pequeñas y medianas empresas. Es por ello por lo que el análisis concreto de su situación es clave para entender el funcionamiento de la economía de nuestro país. 

El análisis de riesgo-país es una herramienta indispensable para cualquier empresa que busque llegar a mercados internacionales. Hoy, con este post, queremos identificar y evaluar los riesgos que pueden afectar las operaciones de comercio e inversión en un país extranjero. 

El comercio internacional ofrece numerosas oportunidades, pero también conlleva riesgos. Uno de los más destacados es el riesgo cambiario. Este es un factor que las empresas no pueden manejar directamente y puede influir negativamente en los resultados de las actividades e inversiones internacionales.

En el dinámico mundo del comercio internacional, contar con un equipo de exportación eficaz es crucial para el éxito de cualquier empresa. La estructura del equipo de comercio exterior puede variar significativamente según el tamaño y la madurez de la empresa en el ámbito del comercio internacional. 

En la teoría del comercio exterior, los mercados emergentes son aquellos países que se encuentran en proceso de rápido crecimiento e industrialización. Estos mercados ofrecen, en algunos casos, una combinación interesante de riesgo y resultados. 

La expansión internacional es una estrategia fundamental para las empresas que buscan aumentar su crecimiento y diversificar sus actividades. Este movimiento crucial requiere una planificación cuidadosa de la estrategia de entrada, influenciada por factores como el entorno del mercado objetivo, los recursos disponibles de la empresa y su tolerancia al riesgo.

En el contexto actual de la globalización económica, los Acuerdos de Libre Comercio (ALC) se han consolidado como herramientas esenciales para fomentar el comercio internacional.