Sin duda, el comercio internacional supone una oportunidad única para expandir horizontes empresariales y lanzarse a mercados internacionales. Para poder hacer esto, en muchas ocasiones es preciso manejar divisas diferentes a la que se suele usar por parte de la compañía. Aunque esto comporta no pocas ventajas desde el punto de vista empresarial, también entraña varios riesgos, entre los que destaca el riesgo cambiario.