Actualidad económica

Evita pérdidas al facturar en divisas extranjeras

18 Jun 2025

Uno de los mayores retos a los que se enfrentan las empresas que operan en comercio internacional es la gestión del riesgo de tipo de cambio. Cuando una compañía compra en una divisa extranjera —por ejemplo, dólares estadounidenses— y vende en euros, o viceversa, cualquier fluctuación del mercado puede alterar por completo el margen de beneficio previsto en la operación. Este riesgo, habitual en las transacciones internacionales, puede gestionarse eficazmente con herramientas financieras específicas y una buena planificación. 

Las fluctuaciones del tipo de cambio

El tipo de cambio es el precio al que se intercambia una moneda por otra. Su valor varía continuamente en función de múltiples factores económicos, políticos o especulativos. Una empresa que ha acordado con su proveedor asiático una compra en dólares puede encontrarse, semanas después, pagando más euros por esa misma cantidad si la divisa se ha apreciado. Del mismo modo, si vende en libras a un cliente británico, y esta moneda se deprecia frente al euro en el momento del cobro, los ingresos reales pueden disminuir.

Estas variaciones son especialmente sensibles en operaciones con plazos largos entre la firma del contrato y el pago efectivo, o cuando se trabaja con condiciones de pago aplazadas. De ahí la importancia de incorporar a la estrategia de internacionalización una política clara de gestión del riesgo de divisa. No hacerlo puede suponer pérdidas económicas significativas que, acumuladas, comprometen la viabilidad de muchas pymes exportadoras. 

Estrategias para mejorar la cobertura

La cobertura de divisa es la principal herramienta para neutralizar este riesgo. Se trata de operaciones financieras que permiten fijar un tipo de cambio determinado para una transacción futura. Existen distintas modalidades, siendo una de las más utilizadas el contrato a plazo, que permite asegurar hoy el tipo de cambio de una compraventa futura. Así, la empresa conoce de antemano cuánto va a pagar o a ingresar, eliminando la incertidumbre del mercado. 

Otra opción son las órdenes con límite, que permiten establecer un tipo de cambio deseado para que se ejecute automáticamente la operación cuando el mercado alcance ese valor. También existen coberturas flexibles, que permiten ajustar los volúmenes cubiertos o incluso cancelar la operación sin penalización, en función de cómo evolucionen las circunstancias del mercado o del cliente. 

Además de estas coberturas, es importante diseñar una estrategia comercial coherente. Siempre que sea posible, negociar en euros con los clientes o proveedores puede evitar riesgos innecesarios. Sin embargo, esto no siempre es viable, especialmente en mercados donde el dólar o la moneda local dominan las transacciones. En esos casos, anticipar el riesgo, presupuestarlo y protegerlo con herramientas financieras es esencial. 

La contabilidad multimoneda es otro aspecto a tener en cuenta. Para operar con varias divisas de forma eficiente, es imprescindible tener un sistema contable que permita registrar ingresos, pagos y saldos en distintas monedas. Esto no solo facilita la gestión financiera diaria, sino que permite realizar análisis más precisos sobre la rentabilidad real de cada operación internacional. 

Por otro lado, es recomendable contar con cuentas en divisa. Estas cuentas permiten mantener saldos en monedas extranjeras y realizar pagos o cobros directamente en la misma divisa, sin necesidad de convertir el dinero en cada operación. Así, se reducen las comisiones de cambio y se gana flexibilidad en la gestión de tesorería. 

También es importante prestar atención a la facturación. Emitir facturas en divisas exige cumplir con ciertas obligaciones legales, tanto en el país del proveedor como en España. Deben reflejarse correctamente los importes equivalentes en euros, el tipo de cambio utilizado y los datos fiscales de ambas partes. En caso de discrepancias, es conveniente contar con asesoramiento especializado para evitar conflictos administrativos o contables.

Finalmente, es recomendable formar al equipo financiero en estos aspectos y contar con socios financieros seguros y de confianza. Muchas empresas infrautilizan las herramientas de cobertura por desconocimiento o temor a su complejidad. Sin embargo, con una adecuada formación y acompañamiento, estas soluciones se convierten en aliadas estratégicas para asegurar la rentabilidad de la actividad internacional.

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Escrito el 18 of Junio of 2025 Internacional Actualidad