¿Qué son los ciclos económicos y cuáles son sus características?

Los ciclos económicos son una parte del sistema mercantil y se han observado y dado desde hace siglos. ¿Sabes en qué consisten, las fases con las que cuentan y cómo reconocer cada una de ellas? Lo cierto es que entender los ciclos económicos puede ser de gran ayuda para tomar decisiones informadas sobre las finanzas de una empresa, así como para saber en qué momento del mercado en general estamos.

¿Qué son los ciclos económicos?

Los llamados ciclos económicos pueden definirse como un grupo de eventos financieros que se dan en un intervalo concreto de tiempo, siendo los que marcan los estados de los diferentes activos financieros y el posible futuro a corto y medio plazo de estos.

Además, estos sucesos de producción capitalista se establecen, como veremos, a través de sus múltiples fases, que van adquiriendo sentido y significado gracias a la forma en la que va fluctuando el mercado. Esto provoca, por ejemplo, caídas o subidas de empleo, de producción de bienes y productos o incluso de los comercios. Es decir, al final determinan que en un momento dado la economía de un país sea abundante o sea escasa.

¿Cuáles son sus fases?

Como ya adelantamos, los ciclos económicos cuentan con unas determinadas fases. Estas nunca cambian de uno a otro, es decir, siempre son las mismas, de manera que es relativamente sencillo predecir el siguiente movimiento del ciclo. Normalmente, son las siguientes:

• Expansión: la fase más ascendente de los ciclos económicos. En ella, la actividad financiera llega a crecer considerablemente, superándose la crisis y aumentando los recursos que están disponibles.  
• Auge: parte cumbre de los ciclos. Durante este momento, la economía logra su parte más álgida, abundante y próspera. Se caracteriza por una gran tasa de empleo y por un gran uso de los factores de producción. Sin embargo, también es aquí cuando empieza a ralentizarse como consecuencia de la sobreproducción. 
• Contracción: la actividad financiera comienza su recesión, puesto que el consumo baja, así como el empleo, la inversión y la producción. 
• Depresión: momento en el que más escasez de bienes y actividad económica hay, provocando que la calidad de vida de la población baje de manera considerable. De igual modo, los precios son inestables y la demanda, disminuye. 
• Recuperación: en este punto, la economía comienza a recuperarse poco a poco, entrando en una lenta recuperación y comenzando de nuevo todo el ciclo. 
   

¿Y cuánto pueden durar?

La duración de los ciclos puede ser bastante variada y diferente, ya que no cuentan con tiempo fijo de vida ni de intensidad. Lo más habitual es que se considere que un ciclo se ha completado totalmente cuando se han cumplido las fases de expansión y de contracción. En general, podría decirse que suelen durar entre los 6 y los 12 años; de todas maneras, como ya recalcamos, esto es bastante variable y depende de muchos factores, tanto internos como externos.

¿Qué tipos de ciclos económicos existen?

En función del tiempo que dure el ciclo y del tiempo de cada una de sus fases, suelen dividirse en tres tipos diferentes:

• Ciclos cortos o de Kitchin: esto cuenta con una vida aproximada de unos poco más de tres años. 
• Ciclos medios o de Juglar: en este caso, los medios suelen tener una duración de, más o menos, ocho años y medio. 
• Ciclos largos o de Kindraev: por último, estos suelen durar entre 50 e incluso 60 años. Esto se debe a que las subidas duran en el tiempo y son más intensas, mientras que las crisis son leves y las recesiones, cortas. Como resultado, acaban por desembocar en depresiones económicas generales. 
   

¿Se puede conocer en qué fase del ciclo nos encontramos?

Los ciclos económicos se miden teniendo en cuenta los niveles de actividad financiera en ciertos momentos, en general, de meses o incluso de años. Poder conocer en qué momento del ciclo nos encontramos en cada época no es muy difícil, lo verdaderamente complicado es saber en qué momento puede terminar una etapa y comenzar otra.

Uno de los recursos más útiles para hacernos una idea de todo esto es el propio PIB: si este aumenta, quiere decir que estamos en una época de expansión y aumento de riqueza; si disminuye, por el contrario, nos encontraríamos en una fase de recesión.

El empleo es otro de los factores clave. En las etapas de recesión la tasa de desempleo aumenta y la población tiene dificultades para encontrar trabajo. En los momentos de expansión, la tasa es muy baja y se crea mucho empleo.

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