Taiwán: Un Milagro Económico y una transición a la democracia modélica

Taiwán, una pequeña isla en el este de Asia, ha logrado transformarse en uno de los mayores éxitos económicos y democráticos de la región en las últimas décadas. 

País con una extensión de apenas 36.000 kms2 (un 7% de la superficie de España) y una población de más de 23 millones de habitantes. Desde su separación de China en 1949, Taiwán ha experimentado un notable crecimiento económico y una transición ejemplar hacia un sistema democrático. En este artículo exploraremos los hitos clave que han contribuido a que esta pequeña isla se haya convertido en una potencia comercial y tecnológica de referencia en muchos sectores.

De refugio del Koumintang a democracia ejemplar

La isla de Taiwán ha tenido una complicada historia desde el siglo XVII, cuando la también conocida como Isla Formosa despertó el interés de las grandes potencias europeas y asiáticas, esta fue ocupada en diferentes periodos y regiones por holandeses, españoles, chinos y japoneses.

Desde 1683 hasta 1895 la isla fue gobernada por China. Más tarde, tras la derrota de la primera guerra sino-japonesa tuvo que ser cedida a Japón. Hasta que en octubre de 1945, la isla volvió a convertirse en soberanía China por la derrota de Japón en la segunda guerra mundial.

En 1949, el gobierno nacionalista chino, el Kuomintang, tras su derrota en la guerra civil frente al Partido Comunista de China, se refugió en la Isla de Taiwán y la gobernó hasta los años 80. Durante este periodo de postguerra, el gobierno implementó políticas de industrialización y crecimiento económico cuyos resultados se conocieron como “El milagro de Taiwán”.

En la década de los ochenta, Taiwán experimentó un movimiento pro-democracia que culminó en la abolición del estado de ley marcial en 1987. Esto marcó el inicio de un periodo de liberalización política y apertura democrática.

Las primeras elecciones presidenciales directas se celebraron en 1996, consolidando así una democracia moderna y liberal que se ha mantenido estable hasta nuestros días.

Desde los años 90, la isla ha demostrado un compromiso firme con el respeto por los derechos humanos y la libertad civil, convirtiéndose en un ejemplo en la región de Asia-Pacífico. 

El milagro de Taiwán 

Taiwán se ha convertido en referente y ejemplo para otros países en vías de desarrollo e, incluso, para las economías con mayor tradición como las europeas. La evolución de Taiwán hasta convertirse en una potencia se ha cimentado sobre los siguientes ejes:

• Política de Industrialización: Taiwán implementó políticas activas de industrialización dirigidas por el Estado. Enfocadas a sectores estratégicos como la electrónica, la manufactura y la tecnología. Esto permitió diversificar la economía y reducir la dependencia de sectores agrícolas.
• Inversión en Educación: Una de las principales claves de la evolución de Taiwán se ha basado en un elemento muy sencillo, el gobierno priorizó la  educación como una herramienta clave. La promoción de la investigación y el desarrollo garantizó un flujo constante de talento y fomentó la innovación tecnológica.
• Enfoque en las Exportaciones: El país adoptó una estrategia agresiva de exportación, aprovechando una mano de obra bien formada garantizaba su capacidad para producir bienes de alta calidad a precios competitivos. Esto llevó a un rápido crecimiento de las exportaciones y a la integración exitosa en la economía global.
• Apoyo a la Investigación y Desarrollo (I+D): Proporcionó incentivos y apoyo financiero para la investigación y el desarrollo, tanto en el sector público como en el privado. 
• Cultura empresarial: Otro de los éxitos fue la promoción activa del espíritu empresarial, la facilidad y flexibilidad para la creación de nuevas empresas. Se establecieron políticas y programas para apoyar a los emprendedores y facilitar el crecimiento de empresas innovadoras.
• Un modelo de desarrollo de éxito: El caso de Taiwán es un testimonio inspirador de cómo un país puede transformarse en un milagro económico y una democracia modélica en un período relativamente corto de tiempo. 

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