El comercio electrónico y su influencia en el mercado internacional y en las oportunidades para los negocios

El comercio electrónico o e-commerce ha supuesto una revolución en cómo las empresas realizan sus transacciones comerciales a nivel internacional, ampliando el horizonte de los negocios.

Las plataformas online y la globalización han hecho posible que los negocios puedan conectar con clientes y proveedores de todas las partes del mundo, desdibujando los límites geográficos y burocráticos. Esta apertura de fronteras ha tenido un gran impacto en todo el mundo, ya que las empresas tienen la posibilidad de expandir las operaciones, aumentar las ventas y maximizar la rentabilidad.

Comercio electrónico: ¿qué es?

Se entiende por comercio electrónico (o e-commerce) aquel que permite la compraventa de productos o servicios a través de internet mediante diferentes medios digitales como páginas web, redes sociales u otro tipo de aplicaciones.

Estas transacciones que se realizan por un medio digital han aumentado de forma considerable en los últimos años. Un hecho que ha sido propiciado por el avance de la tecnología y la expansión del acceso a Internet en todo el planeta. Ahora es más fácil que nunca encender nuestro dispositivo (ordenador, móvil), explorar mercados antes impensables, comprar productos de forma segura y recibirlos en nuestros hogares.

El comercio electrónico ha permitido a las empresas acceder a un público mucho más amplio, global y diverso gracias a la supresión de las barreras geográficas. Algo que aumenta de forma significativa las posibilidades de venta. Las ventajas crecen exponencialmente si tenemos en cuenta que el comercio electrónico contempla distintos modelos de negocio: tiendas en línea, subastas electrónicas, plataformas de comercio entre pares o servicios de streaming de música o vídeo.

Influjo y relevancia del comercio internacional en las operaciones internacionales

Ha quedado claro que el comercio electrónico ha supuesto un antes y un después para las empresas, permitiéndolas abrirse a mercados internacionales.

La propulsión definitiva vino en 2020 de la mano de la pandemia de la COVID-19, cuando las restricciones de movilidad y las medidas sanitarias impedían a las personas salir de sus hogares para efectuar la compra. Entonces, Internet se convirtió en un gran aliado.

Según el informe Estimates of global e-commerce 2019 and preliminary assessement of Covid-19 Impact on online retail 2020 elaborado por UNCTAD (la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo), muchos países incrementaron su actividad de forma considerable gracias al comercio electrónico. El que experimentó un mayor crecimiento fue la República de Corea, que aumentó un 25,95 en 2020. 

En el mismo estudio se indica que el comercio electrónico generó 26,7 billones de dólares en ganancias. Un crecimiento que se detectó tanto en negocios B2B como B2C.

Los datos sobre el 2022 indican que el camino sigue siendo el mismo. Insider Intelligence, la empresa de investigación de mercado por suscripción, en su informe Global Retail Ecommerce Forecast, indica que China fue el país que mayores ganancias obtuvo en 2022 a través del e-commerce: casi 3.000 millones de euros. Le siguen Estados Unidos, con más de mil millones de euros, y Reino Unido, con 178 millones de euros. Se estima que este año las ganancias del e-commerce llegue a los 6 billones de euros.

E-commerce para empresas: beneficios y oportunidades

A estas alturas, podemos afirmar que el comercio electrónico reporta elevados beneficios a las empresas, lo cual hace que este tipo de compraventas sea cada vez más habitual.

Pero, ¿cuáles son las ventajas más relevantes? Te las contamos:

• No hay fronteras geográficas. Una de las principales ventajas del comercio electrónico es la posibilidad de comprar o vender en cualquier parte del mundo, sin importar la distancia que haya de por medio.
• Servicio abierto durante todo el día. El comercio electrónico no tiene unas restricciones horarias, sino que está disponible durante todo el día todos los días del año. Esto permite que los usuarios realicen la compra cuando mejor les venga, sin necesidad de depender de unos horarios establecidos.
• Diferentes métodos de pago. Cuando se realiza una transacción online, el pago se puede realizar de distintas formas para que el usuario elija la que más cómoda le resulta: pago online, tarjeta de crédito o débito, bizum o paypal…
• Mayor comodidad y facilidad. Comprar nunca había sido tan fácil: solo se necesita un dispositivo con conexión a internet.
• Reducción de costes. No se necesita un local para abrir un negocio, por lo que se ahorra en gastos y costes, gestión de inventarios, información y datos…
• Expansión acelerada. Las posibilidades de venta son superiores y más ágiles. Por lo tanto, las ganancias que genere el negocio también irán en un consecutivo aumento.
• Diversidad de productos. En los locales, el espacio es limitado, por lo que la variedad y número de productos que se pueden ofrecer, también. En el comercio electrónico no hay limitaciones físicas que restrinjan el número de bienes a ofrecer.
• Mayor comprensión del perfil de los clientes. Cuando realizas una compra a través de Internet, tienes que aportar una serie de datos (nombre, apellidos, dirección…). Información que no se solicita cuando se realiza una compra física. De esta forma, es más fácil conocer los gustos de los clientes, su ubicación… Esta información facilita la creación de informes para potenciar las ventas, por ejemplo.
   

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