Actualidad económica

España refuerza su relación comercial con China

6 Ago 2025

El pasado mes de abril se produjo el viaje del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a la República Popular China. Este encuentro con su homólogo, Xi Jinpin se presume de gran importancia en lo que a las relaciones entre ambos países. Y es que, en mitad de un clima caracterizado por mercados fragmentados y retos logísticos, España ha decidido mirar hacia Asia. Este nuevo enfoque tiene como piedra angular el comercio con China. La reciente visita de Sánchez a Pekín ha supuesto un paso firme en esa dirección. Más allá de los gestos diplomáticos, el viaje ha tenido un marcado enfoque económico, con especial atención a sectores clave como las energías renovables, la industria alimentaria —con el porcino como protagonista— y la tecnología. 

Los datos de comercio exterior respaldan esta apuesta. En los primeros meses de 2025, las exportaciones españolas hacia el gigante asiático han crecido un 24 %, mientras que las importaciones han aumentado un 22 %, según datos de la Secretaría de Estado de Comercio. Estas cifras reflejan un dinamismo notable y una voluntad mutua de estrechar vínculos en medio de un escenario global cada vez más complejo. 

Energías renovables: sinergias en transición verde 

China se ha convertido en el principal proveedor mundial de paneles solares, baterías y componentes para el desarrollo de energías limpias. España, por su parte, es uno de los países europeos con mayor capacidad instalada de energía eólica y solar. Salta a la vista la sinergia que puede producirse entre ambos países en lo que sector energético implica. La evidente complementariedad da lugar a nuevas oportunidades de cooperación tecnológica e industrial. 

¿Pero en qué se concreta este potencial? Cabe destacar que, durante la visita de la delegación española a Pekín, se firmaron acuerdos preliminares entre empresas de ambos países. Estos contratos se refieren a la construcción de infraestructuras renovables en terceros mercados, con financiación conjunta y transferencia de tecnología. Para las empresas españolas del sector, esto abre la puerta no solo a importar tecnología a buen precio, sino también a establecer alianzas de largo recorrido con gigantes del sector energético chino. 

Además, el desarrollo de proyectos conjuntos puede beneficiarse de instrumentos como los créditos documentarios, que permiten garantizar el cobro de las operaciones en mercados. Esto es especialmente relevante en el contexto del comercio exterior ya que reduce los eventuales riesgos de pago o incertidumbre jurídica que pudieran tener las empresas españolas en el país oriental. 

El sector porcino español consolida su liderazgo 

Uno de los grandes ganadores del nuevo impulso bilateral ha sido, sin duda, el sector porcino. El país asiático sigue siendo el mayor consumidor mundial de carne de cerdo y, tras sucesivas crisis sanitarias internas, mantiene una elevada dependencia de las importaciones. No es de extrañar pues, que las empresas de nuestro país encuentren aquí un importante nicho de mercado. De nuevo observamos como ambos países parecen darse la mano. España ha sabido posicionarse como un proveedor fiable gracias a los estándares de seguridad alimentaria y trazabilidad de sus empresas. Este aspecto es especialmente valorado por los importadores asiáticos. Según fuentes del ICEX, más del 30 % de las exportaciones cárnicas a China en el primer trimestre de 2025 corresponden a productos españoles. 

Este crecimiento plantea nuevos retos para las empresas cárnicas. Ahora bien, ¿Qué deben hacer las empresas españolas para subirse a este tren? En primer lugar, deben adaptarse a las exigencias fitosanitarias chinas, los estándares de calidad españoles deben seguir siendo el salto y seña de nuestras exportaciones. Es importante por tanto la inversión en certificaciones y refuerzo de la estructura logística. No obstante, estas actuaciones llevan aparejadas un alto coste, para el que la financiación cobra un papel clave. 

Tecnología e innovación: cooperación con matices 

Otro eje destacado del viaje institucional fue la apuesta por ampliar la cooperación tecnológica entre ambos países. China lidera actualmente el desarrollo de tecnologías como la inteligencia artificial, la 5G o la movilidad eléctrica. Para las empresas españolas del sector TIC, colaborar con empresas chinas puede ser una vía de crecimiento rápido. Destacan en este sentido, áreas como las denominadas smart cities, el big data o la automatización industrial. 

Sin embargo, este acercamiento también exige prudencia. Las diferencias normativas en materia de protección de datos, propiedad intelectual o estándares técnicos pueden suponer barreras. Aquí, apostar por soluciones financieras adecuadas vuelve a ser clave. Algunos productos como los seguros de crédito a la exportación o los servicios de verificación de importadores ayudan a mitigar riesgos y dotan a las empresas de mayor seguridad a las operaciones en mercados complejos. 

Un equilibrio entre oportunidades y riesgos 

Aunque las cifras reflejan un momento positivo, no se pueden obviar los desafíos que implica estrechar la relación con una potencia como China. La dependencia de insumos clave —como baterías, semiconductores o ciertos materiales críticos— puede aumentar la vulnerabilidad de la industria española. Además, persisten tensiones entre la UE y China en temas como los subsidios industriales o la sobrecapacidad productiva, lo que podría derivar en medidas proteccionistas futuras. 

La clave estará en diversificar y mantener una relación equilibrada. Apostar por China no debe implicar desatender otros mercados estratégicos ni dejar de reforzar la autonomía industrial en sectores clave. Pero negar el peso de China en el comercio mundial sería, sencillamente, ir contra la realidad. 

Para las empresas españolas, especialmente pymes, el momento actual ofrece una ventana de oportunidad clara para posicionarse en China y en mercados asiáticos cercanos. Para ello, contar con las herramientas adecuadas resulta fundamental. 

Por ejemplo, los créditos documentarios, que ofrecen seguridad en el pago o cobro de una operación. Adecuados, sobre todo, cuando se trabaja con nuevos socios o en contextos normativos complejos. Su labor es la de garantizar el pago siempre que se cumplan las condiciones pactadas. 

También es necesario contar con servicios complementarios como la gestión de divisas o líneas de financiación específicas para internacionalización. Una adecuada elección puede marcar la diferencia entre una estrategia de internacionalización exitosa y una aventura infructuosa.

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Escrito el 6 of Agosto of 2025 Internacional Actualidad