Actualidad económica

Recesión global: ¿nos dirigimos hacia este escenario?

22 Sep 2022

Llevamos varias semanas oyendo a diferentes economistas, políticos, inversores y otros expertos que estamos encaminándonos hacia una nueva recesión económica. La escalada de situaciones complicadas que hemos vivido, iniciada por la pandemia, la subida de precios del mercado energético y, ahora, la guerra entre Rusia y Ucrania, están tensando la situación económica mundial. 

¿Qué significa entrar en recesión económica?


Pero, ¿en qué consiste exactamente una recesión económica? Y, sobre todo, ¿qué consecuencias tiene para la economía global una situación como esta?


Lo primero que debemos hacer es definir qué es una recesión económica. Se produce cuando la actividad económica de un país se reduce durante un plazo de tiempo determinado, por norma general, dos trimestres consecutivos. Para entender este concepto es clave saber qué es el PIB, que es el cálculo con el que las empresas y los países evalúan su posible crecimiento, contratación, etc. Si este marcador se reduce durante dos trimestres consecutivos, estaríamos hablando de recesión económica. 


Por tanto, la recesión a escala global tiene lugar cuando la reducción de la actividad económica se extiende a toda la economía, durante varios meses y en distintos países a la vez. Si atendemos a la definición del Banco Mundial y el FMI, la recesión global es “el período de tiempo durante el cual un ciudadano promedio experimenta una caída en el ingreso real”. 


La situación se repite


Lejos de lo que pueda parecer, esta no es la primera vez que la economía global se tensa de esta manera. De hecho, la recesión es un movimiento natural que sucede en un ciclo económico. Tanto es así que, en los últimos 150 años, ha habido un total de 14 recesiones. No obstante, las más acusadas han sido las siguientes:

 

  • 1973-1975: en este período se produjo una reducción del 0,8%. Tras la Segunda Guerra Mundial, el capitalismo adquirió cada vez más fuerza hasta este período de estancamiento, en el que coincidieron un alto nivel de desempleo y una elevada estanflación durante mucho tiempo. Las principales causas de esta recesión fueron la crisis del petróleo en 1973 y la caída del sistema de Bretton Woods tras el shock de Nixon. 
  • 1982: en este caso, la contracción fue del 1,3%, siendo hasta el momento la más grave. A la crisis del petróleo se sumó una crisis energética en 1979 que puso en jaque la economía mundial a principios de los 80. 
  • 1991: la economía disminuyó un 0,3%, debido a la política monetaria tan restrictiva que fomentaron los bancos centrales, con el objetivo de controlar la inflación, que en ese momento era muy elevada. Además, durante ese año hubo una serie de acontecimientos que agravaron las consecuencias: el fin de la guerra fría, el incremento de precios del petróleo, la bajada que experimentó el sector de la construcción, etc. 
  • 2020: tras un año de crecimiento del 1,3%, la pandemia de la COVID-19 supuso una contracción del 6,6%. El confinamiento trajo consigo un parón brusco de gran parte de los sectores de actividad y de las transacciones económicas habituales. Además, las restrictivas medidas sanitarias también dificultaron el desarrollo económico. De hecho, no se prevé una recuperación hasta el año 2024, aproximadamente. 

Posibles consecuencias de una recesión económica global


Es difícil prever cómo afectará la recesión económica a la mayoría de la población, aunque es posible anticipar las más evidentes. No obstante, cabe señalar que los efectos de los movimientos económicos no se perciben hasta pasado un tiempo; por ello, muchos expertos vaticinan que los próximos meses serán difíciles. Estas son algunas de las consecuencias más importantes:

 

  • Pérdida de poder adquisitivo. El incremento de los precios de suministros básicos como el agua, el gas, la luz o la alimentación no va acompañado de un incremento salarial equitativo. Por tanto, los ciudadanos disponen del mismo dinero para hacer frente a más gastos. 
  • Reducción del PIB. Según las previsiones, el crecimiento económico mundial podría reducirse al 2,1% este año y bajar aún más al 1,5% el próximo año. 
  • Contracción de la economía. La pérdida de poder adquisitivo supone una reducción del consumo, lo que se traduce en una contracción de la economía. Probablemente, las personas solo gastarán lo que sea indispensable, de forma que la recuperación será más lenta cuanto más parada esté la economía. 
  • Desempleo. Habitualmente, tras un período de recesión suele haber un aumento de la tasa de paro. 


¿Será 2022 el año en que entremos en una nueva recesión económica mundial? 


No cabe duda de que la posibilidad de que se produzca una nueva recesión en distintas economías globales está ahí, aunque es difícil preverlo a ciencia cierta. 


Si recuerdas, para que haya una recesión económica, la contracción del PIB debe sucederse durante dos trimestres. Teniendo en cuenta que el PIB de Estados Unidos en el segundo trimestre se redujo un 0,9%, sumando así dos trimestres sucesivos de reducción, da una mayor consistencia a la teoría de la recesión. 


No obstante, habrá que esperar nuevos datos para confirmar si se traslada a nivel global, aunque la información de esta economía es una gran pista sobre lo que sucederá en el resto. Entre las principales causas de esta recesión, destacamos:


Crisis provocada por la COVID-19


Dos años y medio después de que se iniciase la pandemia, las consecuencias del parón de actividad global se siguen arrastrando. A día de hoy, sigue habiendo dificultades en algunas cadenas de producción y en el suministro de ciertos bienes y servicios. 


Mercado energético


El incremento acelerado y desmesurado de los precios de la energía es una de las principales causas de una recesión, puesto que supone un aumento de precios en prácticamente todos los sectores económicos. 


Guerra Rusia-Ucrania


A principios de 2022, el mundo se sorprendió ante la incursión de Rusia en territorio ucraniano, lo que frenó en seco las posibilidades de recuperación económica que empezaban a asomar. 


El FMI publica, en su último informe, “Perspectivas de la economía mundial”, las consecuencias de este conflicto bélico en el precio de la energía y las materias primas. Rusia es uno de los principales proveedores de gas de Europa, y la constante amenaza de cortar el suministro de gas por parte de Rusia hace que la situación sea más complicada. 


Según las predicciones del FMI, la inflación será del 5,7% en las economías más avanzadas, y el crecimiento aminorará del 6,1% registrado el año pasado al 3,2% este año. 


Aumento de la inflación y medidas paliativas 


Otro de los conceptos que más estamos escuchando es el de inflación, clave en la economía global. El incremento de la inflación está alcanzando niveles que no se conocían desde hace 40 años. En Estados Unidos, la inflación se disparó ya desde el mes de mayo, en el que se registró un 8,6%. Por su parte, en Europa ha sido este mes de julio cuando hemos llegado al 8,9%, mientras que en Reino Unido ya alcanzaron el 9% en abril. 


La única parte positiva de la situación actual es que el nivel de desempleo es relativamente bajo para las expectativas iniciales. Esto indica que el problema que estamos teniendo es falta de oferta, pero no de demanda. 


Con el objetivo de frenar la recesión, los principales bancos mundiales se han visto obligados a incrementar los tipos de interés y, así, controlar la inflación. Una medida que, a su vez, dificulta el crecimiento económico. Así lo han hecho los principales bancos centrales:

 

  • El Banco Central Europeo ha empezado a subir los tipos, si bien ha retrasado más la adopción de esta medida que en Estados Unidos. De hecho, el pasado mes de julio se anunció una subida de 50 puntos básicos, lo que supone el doble de lo esperado. 
  • La FED, el Sistema de Reserva Federal de Estados Unidos, ha sido más incisiva con la subida de tipos de interés. Su objetivo es llegar hasta el 3% o 3,5%. 


Pese a la dureza de las medidas, han sido efectivas para frenar la inflación, según revelan los últimos datos. Por ello, cabe esperar que la subida de tipos se vaya reduciendo progresivamente, con el objetivo de reactivar la economía. 

Cómo mantener más estabilidad económica con Caja Rural de Navarra


La incertidumbre generalizada que impera hoy en día está llevando a muchas personas a controlar su gasto por miedo a que sigan subiendo los precios o a que no puedan hacer frente a los gastos básicos del día a día. En este contexto, es fundamental tener confianza en una entidad bancaria que les dé la seguridad suficiente para proteger sus ahorros. 


En Caja Rural de Navarra somos conscientes de la preocupación que esta posible recesión genera tanto entre los negocios como entre particulares. Si tienes una empresa, ponemos a tu disposición distintos préstamos empresariales con los que puedas hacer frente a tus gastos. Asimismo, puedes contratar nuestros servicios de gestión de tesorería para ayudarte a administrar la liquidez de tu empresa.

 
Y, si tienes negocios internacionales y temes cómo puede afectar la recesión a tus operaciones fuera de nuestras fronteras, puedes optar por cualquiera de nuestras soluciones de cobros y pagos internacionales para asegurar tus transacciones. 


A título individual, también te puedes beneficiar de servicios como el Plan de Previsión Asegurado (PPA), con el que tendrás la cobertura económica necesaria en cada momento de tu vida, y podrás ir aumentando tu capital de cara a la jubilación. 


Por último, si quieres informarte más detalladamente sobre cualquiera de las opciones que tienes con Caja Rural de Navarra, puedes hacerlo en cualquiera de nuestras oficinas o de forma telemática. Recuerda que, ante momentos difíciles, la unión es la mejor defensa. 
 

Escrito el 22 of Septiembre of 2022 Internacional Actualidad