12 Dic 2022
Diferencias fiscales entre leasing y renting
En el momento de adquirir un bien de inversión para la empresa, ya sea un vehículo, maquinaria o cualquier otro que requiera un desembolso económico, es importante valorar las implicaciones fiscales antes de tomar una decisión. Y si has llegado hasta este punto, merece la pena destacar por su especial fiscalidad tanto al leasing como al renting.
Antes valorar las diferencias fiscales entre leasing y renting analizaremos cómo estos productos se contabilizan en los balances de las empresas.
En el caso del leasing éste figura tanto en el activo (como inmovilizado) como en el pasivo (deuda a largo plazo). Sin embargo, en el renting supone un gasto más del ejercicio con repercusión en la cuenta de resultados, NO figura en el Balance de la Empresa.
Tratamiento fiscal del leasing
El leasing está planteando como un alquiler financiero de un producto concreto y siempre va asociado a una opción de compra. El arrendatario se compromete a pagar cuotas mensuales por el disfrute del producto durante un tiempo, y en el momento que abona la última cuota el bien pasa a ser de su propiedad.
En las cuotas de cada mes se incluyen los intereses, así como el IVA. Esta situación nos permite aplazar el pago del IVA, ya que si lo compráramos directamente tendríamos que abonarlo de golpe, por lo tanto, permite financiar el 100% de la inversión.
Fiscalmente tanto los intereses como el IVA son gastos deducibles. Además, el leasing tiene ventajas adicionales ya que se permite duplicar la amortización fiscal del bien adquirido, y en el caso de pequeñas empresas, hasta triplicar. Es decir, si disponemos de un bien que contablemente se puede amortizar en 10 años, a razón de un 10% anual, podríamos plantear una amortización anticipada en 5 años (20% anual). Si dotamos más amortización, declaramos menos beneficio, y por lo tanto, el pago del impuesto es menor.
Tratamiento fiscal del renting
Como ya hemos comentado en apartados anteriores, uno de las mayores diferencias entre el leasing y el renting es que en estos últimos no se incluyen en el balance de las empresas. Por lo tanto, en el caso del renting no se amortiza, se considera gasto. Y toda la cuantía asociada al renting (cuota+ intereses + IVA) es deducible.
No obstante, para que esto sea posible, se deberá demostrar que los bienes son una inversión necesaria para la actividad empresarial. Por ejemplo, en el caso de un renting de ordenadores, de maquinaría, o de vehículos, se podrían deducir como gasto tanto para autónomos como empresas.
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Escrito el 12 of Diciembre of 2022 Recomendaciones Actualidad Empresa
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