Factura electrónica obligatoria: cómo adaptarse si operas con el extranjero

El comercio electrónico ha experimentado una gran expansión en la última década, impulsado por la digitalización global y la creciente confianza de los consumidores en las compras en línea. En particular, el ecommerce ha ganado relevancia, generando nuevas oportunidades y desafíos para las empresas que buscan expandirse internacionalmente. 

Frecuentemente oímos hablar de la globalización en el mundo actual. Pero, ¿cómo afecta esto al comercio internacional? Primero definamos el concepto; el comercio internacional es crucial para el desarrollo y la sostenibilidad de las empresas. Por lo tanto, la correcta identificación de nuevos mercados internacionales y la capacidad para comparar y elegir aquellos que más contribuyan a los resultados de la empresa a medio y largo plazo son fundamentales.

La mayor parte del tejido empresarial español lo configuran las pequeñas y medianas empresas. Es por ello por lo que el análisis concreto de su situación es clave para entender el funcionamiento de la economía de nuestro país. 

El análisis de riesgo-país es una herramienta indispensable para cualquier empresa que busque llegar a mercados internacionales. Hoy, con este post, queremos identificar y evaluar los riesgos que pueden afectar las operaciones de comercio e inversión en un país extranjero. 

El comercio internacional ofrece numerosas oportunidades, pero también conlleva riesgos. Uno de los más destacados es el riesgo cambiario. Este es un factor que las empresas no pueden manejar directamente y puede influir negativamente en los resultados de las actividades e inversiones internacionales.